VIRTUDES EN LA VIDA PROFESIONAL DE UN COMUNICADOR
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Como seres humanos, las virtudes son esenciales en la vida, debido a que forman gran parte de nuestra personalidad y nos ayudan a tener un juicio moral más consciente, teniendo como primer agente a la familia, en donde estas se desarrollan de acuerdo a nuestros padres y experiencias, así que podríamos decir que las virtudes adquiridas en esta etapa son inherentes al ser humano.
Con el paso del tiempo, el ser humano y sus necesidades van evolucionando. En las etapas que este atraviesa se pone a prueba su juicio moral y su concepto de ética, en especial cuando el individuo se desenvuelve profesionalmente. Si bien a veces solemos relacionar el concepto de virtud con un aspecto netamente personal y de autorrealización, la realidad es que también es interpersonal y colectivo. Según Polo (2003) es en las acciones o prácticas, donde nos encontramos con otros para realizar bienes internos. (p.74). Este fragmento sugiere que necesitamos de otras personas para poder desarrollarnos y aprender, así como que no todas las actividades requieren las mismas virtudes. Todas las profesiones u oficios solicitan virtudes distintas para lograr sus bienes internos. Por ejemplo, alguien es un buen maestro cuando sabe llegar a lo más profundo de sus alumnos y logra que ellos aprendan, el cual sería el bien interno.
En el caso de los profesionales en el área de la comunicación se necesitan ciertas virtudes y capacidades que contribuirán a su máximo rendimiento como trabajador. Como comunicadores tenemos una gran labor en la sociedad ya que representamos la verdad y la libertad, por lo tanto, tenemos un compromiso especial de transmitir un mensaje real y saber informárselo a todas las personas. Ortiz (2012) afirma que “buscar la verdad y actuar moralmente de forma intachable deben ser el fin último del profesional de comunicación.” (p.3). Es importante que los periodistas tengan como bien interno, las ganas de construir un mundo mejor y más justo.
Una de las virtudes determinantes para el desenvolvimiento profesional éticamente correcto de un comunicador, es la objetividad. Para Restrepo (2001) la objetividad es “cuando la información parte de un conocimiento exacto y cierto, de una reflexión consciente y de una rectitud intachable de intenciones.” (p. 10). Este tal vez sea uno de los desafíos más comunes para los que están en busca de una noticia, debido a que mezclar nuestros sentimientos y opiniones personales junto a la profesión que hemos optado por tener. Otra de las estas virtudes es la prudencia, puesto que el lenguaje crea diferentes realidades, por lo tanto, nuestras declaraciones pueden tener un efecto en las personas ya sea positivo o negativo. Es increíble el poder que tiene esta virtud, pues muchas veces podemos tener la razón sobre determinado tema, pero si no encontramos el modo o el momento adecuado para proponer nuestras ideas, perdemos toda posibilidad de comunicarnos efectivamente.
La empatía es otra de estas virtudes que rigen la ética de un comunicador, dado que necesitamos que el receptor sea quien sea, nos comprenda, es decir ambas partes tienen que estar
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sintonizadas, en especial porque la comunicación es compleja ya que abarca nuestros pensamientos y sentimientos más profundos. Cabe resaltar que saber escuchar también es parte de esta virtud, por consiguiente, es primordial que entendamos a los demás y que veamos el mundo a través de sus ojos para así poder transmitir nuestro mensaje. Asimismo, la comunicación también se trata de llevar historias de personas que desafortunadamente no pueden ser escuchadas, y este ejercicio no se puede llevar a cabo si no entendemos su entorno, forma de pensar, convicciones y vida en general.
Ahora ahondaremos en la honestidad, la cual actualmente es vulnerada no solo por algunos comunicadores, sino también por las diferentes profesiones. Hoy en día, hay una gran crisis de valores, está demostrado que en los últimos años el índice de corrupción de funcionarios, periodistas y demás se ha incrementado. Como partícipes en el área de comunicación, debemos ser honesto con lo que escribimos, pensamos y transmitimos. La honestidad tiene que ser desde el mismo mensaje hasta la relación con el receptor, es decir lo que estamos transmitiendo debe ser información verídica, así como las intenciones que tenemos que tenemos con aquel que recibe el mensaje. Es preciso señalar que esta carrera es una ciencia social, esto quiere decir que tiene como motivo principal ayudar a las personas y lograr que este mundo sea un lugar mejor.
Por último, creo que esta definición tiene tanto de virtud como de facultad fundamental para desarrollar nuestra profesión de manera correcta. Gracias a la libertad, podemos decirle al mundo lo que pensamos y opinamos de cualquier tema, también podemos alzar nuestra voz sobre las cosas que nos parecen injustas e investigar los datos que queramos. Si bien es una facultad maravillosa, debe ser usada con mesura y ética puesto que también puede ser empleada para fines no tan benévolos. Muchas personas se excusan en la libertad para difamar y manchar el honor de otras personas, así que es considerada un arma de doble filo. Han ocurrido muchos casos en los se han vulnerado los derechos de los demás por no emplear de manera correcta esta virtud. La libertad no es una licencia para los insultos, el acoso o la amenaza directa a los derechos básicos de las otras personas como su dignidad y seguridad.
Creo que lograr los bienes internos define la ética y la moral, estos suelen ser una satisfacción personal basada en hacer un bien a la comunidad, es decir, logramos autor realizarnos cuando ayudamos a las demás personas. Como futuros comunicadores, tenemos el poder de ser una voz para todos aquellos que no pueden ser escuchados y tenemos la potestad de cambiar el mundo. Sé que aprovechando correctamente estas virtudes podremos llegar a tener un bien personal y al mismo tiempo ser un miembro útil de nuestra comunidad. Cada una de estas virtudes es necesarias para poder desarrollarnos profesionalmente de manera ética y llevar en alto nuestra labor.
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Referencias:
· Restrepo, J. D. (2001). La objetividad periodística: Utopía o Realidad. Revista Latinoamericana de Comunicación Chasqui, 2(74), 10-13.
· Almirón, N. (2006). Los valores del periodismo en la convergencia digital: civic journalism y quinto poder. Revista Latina de Comunicación Social, 9(61), 1-12.
· Polo, M. A. (2003). Ética Profesional. Revista de Investigación de la Facultad de Ciencias Administrativas. UNMSM, 6(12), 69-78.
· Ortiz, M. A. (2012). La perfección técnica y la formación de los comunicadores desde la perspectiva de la verdad y el bien colectivo. Razón y Palabra (81). Recuperado de http://xqoepsl.razonypalabra.org.mx/N/N81/V81/39_Ortiz_V81.pdf
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